Seguidores

miércoles, 30 de enero de 2008

Ruente. Rutas por Cantabria.

http://www.laocaeneloceano.es/

Yendo hacia Ruente desde el norte debemos pasar por Cabezón de la Sal, pueblo que debe su nombre a la sal que allí se extraía ya en tiempos del imperio romano. Hace unos pocos años se ha levantado un poblado cántabro de la edad antigua construido con ajustados criterios arqueológicos. No queremos pasar por alto a la entrada de Cabezón de la Sal, al lado del Ayuntamiento, una casa inclinada con un cartel que reza: “Blancos de la Nava”, se refiere a los vinos blancos y se trata de una antigua bodega bajo la que se hundió el terreno debido a la disolución salina del subsuelo, no se la pierdan, es una delicia con todo el carácter del mundo. Es como la Torre de Pisa pero en cántabro. Atravesamos Cabezón de la Sal y su via estrecha de ferrocarril y nos dirigimos hacia el Valle de Cabuérniga, en dirección Reinosa. A tres kilómetros encontramos Carrejo, pueblo donde se hospedó Nicole Kidman durante el rodaje de la película "Los Otros". Pero en Carrejo más importancia que la Nicolasa la tiene la Mariuca: un genuino bar cántabro donde tomar un blanquín y lo que terciarse pueda. Siguiendo el camino, la carretera cruza el Saja y se adentra en la angosta Hoz de Santa Lucía. Tras este paso se abre, espléndido, el Real Valle de Cabuérniga. A la izquierda podemos llegarnos a Ucieda a tomar otros blanquines en los no menos genuinos y acogedores bares que allí podemos encontrar. Vueltos a la carretera ya sólo nos queda enfilar la larguísima recta que lleva a Ruente. Si se han tomado todos los blanquines indicados puede suceder que ésta sea de peaje y que no se vea tan recta, pero palabra que lo es. En ella se encontrará el viajero “En tiempos de la Oca en el Océano”, a la misma entrada de Ruente.
Tan a la entrada que incluso en el mismo jardín tenemos el cartel del pueblo.
Ruente destaca por su puente romano (¿o es románico?) de nueve ojos y por la famosa Fuentona que atraviesa y cuyas profundidades habita la Anjana. La Oca en el Océano está al lado mismo del manantial. Desde el jardín, La Oca puede disfrutar del agua que corre a encontrarse con su hermano el rio Saja.
Más allá de La Oca en el Océano, sorteando o cayendo en las múltiples tentaciones gastronómicas que iran apareciendo, atravesamos Ruente y nos adentramos en el valle para encontrar en el mismo municipio las hermosas casonas de Barcenillas y, en lo alto, Lamiña, el núcleo habitado más antiguo. Atravesado el rio Saja, el viajero entra en el municipio que toma el nombre del valle: Cabuérniga, compuesto por las localidades de Sopeña (donde nació el escritor Manuel Llano), Valle, Terán, Selores, Renedo, Viaña, Llendemozó y Fresneda. Y Carmona. La singular y bella Carmona, al otro lado de la collada de aéreas vistas, bebe las aguas del valle contiguo, las del Nansa. En la parte alta del Saja se abre el municipio de Los Tojos. Ascendiendo la montaña se encontrará el viajero toponimias como El Tojo, Saja, Correpoco y el conjunto histórico-artístico de Bárcena Mayor, amén del propio Los Tojos y el muy encumbrado Colsa.
En la parte alta del valle se abre la maravillosa reserva del Saja. Al final de ésta, el puerto de Palombera es el acceso a Campoo donde el paisaje cambia, el verde se matiza y los espacios se expanden.

http://www.laocaeneloceano.es/